A veces un fin, es solo un comienzo.
El Jueves y el Viernes Santo son dos momentos de profundo dolor para los cristianos. Piensa lo duro que tuvo que ser para Jesús despedirse de sus amigos, la impotencia ante su detención e interrogatorio (las mentiras que decían de él), la tristeza por la traición del pueblo (al que tanto había ayudado), el dolor de los latigazos y la corona de espinas (la burla de los centuriones romanos) y el esfuerzo de cargar con su cruz hasta el Monte Gólgota (Calvario). Este largo recorrido es lo que se conoce como Vía Crucis (latín) y consta de catorce estaciones, para terminar con las siete últimas palabras que pronunció en la cruz, que se pueden adaptar a las diferentes situaciones de las vida por las que pasa todo el mundo.
A mi alumnado de sexto: hace cuatro semanas les invité a convertirse en detectives, abogados y jueces; a que se sumergieran en el momento histórico y conocieran a los diferentes protagonistas; les pedí que encontraran una respuesta para nuestro juego: Cluedo ¿Quién mató a Jesús de Nazaret? Hoy les daré la solución y siento decir que ninguno, ha acertado.
Podríamos decir que fue un asesinato donde muchas personas urdieron un plan: Anás y Caifás miembros del Sanedrín (Consejo Judío) necesitaban volver a recuperar su poder en el pueblo; Judas Iscariote, era avaricioso (30 monedas de plata fue el precio de llevarles hasta Jesús); Poncio Pilato, no quería llevarse mal con el poder judío (con el que mantenía malas relaciones); pero todos ellos no fueron sino personajes de un destino poderoso, escrito mucho tiempo atrás, recogido por los profetas, y que Jesús mismo reconoció en sus últimas palabras...
Juan 3, 16:
"Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito".
Juan 19,10:
"Todo está consumado".
Me imagino que ahora saben que todo, fue un plan de Dios. Con su vida, pasión y muerte reveló lo peor que hay en el mundo y en la sociedad: el afán de poder, el egoísmo, la avaricia, la extorsión, la mentira, la envidia, la hipocresía...Ningún personaje de los que participaron en su historia, al verle morir en la cruz, volvió a ser el mismo, todos se arrepintieron y se condenaron junto con él.
Pero la Cruz, no es el final, sino el comienzo.
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